Pergamino:“Los liberaremos pronto. Antes del próximo duelo mágico, que nosotros mismos solicitaremos para que Heoden prepare sus conjuros. Dos de los nuestros se han infiltrado a los cuarteles de los Capas Purpura. Estén preparados. Firma Selena”
Ese era el mensaje que el grupo estaba esperando. Con tan solo saber que saldrían de aquel espantoso lugar de inmediato las ansias y el nerviosismo se apoderaron de cada uno de ellos. Lo único que les hizo poder pensar en otra cosa fue un nuevo combate en la Arena al cual fueron convocados, y en donde la novedad era que peleaban junto al Pícaro Ral. En general el combate no presento mayores problemas, aunque Ellesar fue derribado a causa de la bola de fuego de un mago enemigo.
Luego del combate en la arena y una vez pudieron descansar Heoden fue informado de que participaría de un Duelo Mágico. Para ello debía preparar sus conjuros, por lo que le entregaron su libro de magias. Fue un gran alivio para Heoden ver que a su libro no le faltaba ninguna página.
Al cavo de unas horas repentinamente las luz de las catacumbas disminuyeron considerablemente, y aunque aun era posible ver, lo cierto era que la oscuridad afectaba a todos los humanos del grupo. Una vez lograron acomodarse a la falta de luz divisaron una silueta afuera de las celdas, a solo un par de metros, parado junto a dos cadáveres de soldados capas purpuras. Vaya sorpresa se llevaron cuando distinguieron que se trataba de un elfo oscuro, un Drow. El sujeto se presento como Drizzt, y dijo ser amigo de Selena y Wulfgart. Traía consigo las llaves de las celdas por lo que todos lograron salir sin inconvenientes. Ninguno protesto en acompañar al elfo oscuro, inclusive Theocam acepto sin decir nada, aunque era evidente que no confiaba en aquel sujeto. No podía ser de otra forma, ya que la rivalidad entre los elfos y drow se arrastraba a lo largo de la historia.
Luego del combate en la arena y una vez pudieron descansar Heoden fue informado de que participaría de un Duelo Mágico. Para ello debía preparar sus conjuros, por lo que le entregaron su libro de magias. Fue un gran alivio para Heoden ver que a su libro no le faltaba ninguna página.
Al cavo de unas horas repentinamente las luz de las catacumbas disminuyeron considerablemente, y aunque aun era posible ver, lo cierto era que la oscuridad afectaba a todos los humanos del grupo. Una vez lograron acomodarse a la falta de luz divisaron una silueta afuera de las celdas, a solo un par de metros, parado junto a dos cadáveres de soldados capas purpuras. Vaya sorpresa se llevaron cuando distinguieron que se trataba de un elfo oscuro, un Drow. El sujeto se presento como Drizzt, y dijo ser amigo de Selena y Wulfgart. Traía consigo las llaves de las celdas por lo que todos lograron salir sin inconvenientes. Ninguno protesto en acompañar al elfo oscuro, inclusive Theocam acepto sin decir nada, aunque era evidente que no confiaba en aquel sujeto. No podía ser de otra forma, ya que la rivalidad entre los elfos y drow se arrastraba a lo largo de la historia.
El grupo se llevo una sorpresa cuando Ral les dijo que él se quedaría en aquel lugar. De inmediato recordaron que el pícaro les había comentado que debía estar en ese lugar, y aunque no les dijo detalles, el grupo sabía que del bando de los Zhentarim no era; Debía ser así, porque sino todo cuanto conversaron en las celdas sería filtrado a los altos mandos del Alcazar Zhentil.
En los pasillos de las catacumbas encontraron varios cuerpos de soldados de Lorkh, los cuales se encontraban con cortes limpios, que de seguro fueron hechos por las dos cimitarras que llevaba el drow en sus manos. El primer objetivo del grupo fue ir a buscar armas. Así como encontraban cadaveres, también se encontraron con soldados dispuestos a cerrarles el camino, pero que con la ayuda de Drizzt pudieron superar sin mayores problemas. Una vez llegaron a la armería el elfo oscuro se percato de la lesión en el brazo izquierdo que tenía Theocam; Le ofreció su ayuda para sanarlo, y antes que Theocam dijese algo, Drizzt comenzó a conjurar en nombre de Mielikki. Aquel nombre que le era tan familiar a Thecoam, pero al mismo tiempo tan lejano; le evoco varios recuerdos de sus antiguos combates, y su compañero animal que murió sacrificando su vida por él. Podía volver a utilizar su brazo, pero al tener a un elfo oscuro frente suyo, ningunas “gracias” pudieron salir de sus labios.
Una vez todos estuvieron equipados e iban a dirigirse en busca de la salida, un grupo de soldados acercándose a toda velocidad les detuvo. El elfo oscuro decidió quedarse para retrasarlos, propósito al cual se le sumo el Bárbaro Urza. Drizzt sabía que él era quien conocía el camino de salida, pero también había alguien más. El Elfo oscuro se inclino y dejo en el piso una pequeña figura de ónice con la imagen de una pantera, a la vez que pronunciaba el nombre de “Guenhwyvar”. Un humo negro envolvió a la figura, y de un momento a otro se materializo ante el grupo una pantera negra, una criatura verdaderamente magnifica. Ellesar y Heoden se percataron de inmediato que aquella criatura no pertenecía a este plano. El elfo oscuro le dijo a la pantera que le indicara el camino de salida al grupo, y que el bárbaro y él los alcanzarían apenas pudiesen.
En los pasillos hacia la salida se encontraban más y más soldados, y mientras más se tardaban en derribarlos, más soldados llegaban. Y aunque la pantera les ayudaba en combate, la verdad era que estaban sufriendo mucho daño en aquel lugar, por lo que era necesario salir cuanto antes de ahí.
En los pasillos de las catacumbas encontraron varios cuerpos de soldados de Lorkh, los cuales se encontraban con cortes limpios, que de seguro fueron hechos por las dos cimitarras que llevaba el drow en sus manos. El primer objetivo del grupo fue ir a buscar armas. Así como encontraban cadaveres, también se encontraron con soldados dispuestos a cerrarles el camino, pero que con la ayuda de Drizzt pudieron superar sin mayores problemas. Una vez llegaron a la armería el elfo oscuro se percato de la lesión en el brazo izquierdo que tenía Theocam; Le ofreció su ayuda para sanarlo, y antes que Theocam dijese algo, Drizzt comenzó a conjurar en nombre de Mielikki. Aquel nombre que le era tan familiar a Thecoam, pero al mismo tiempo tan lejano; le evoco varios recuerdos de sus antiguos combates, y su compañero animal que murió sacrificando su vida por él. Podía volver a utilizar su brazo, pero al tener a un elfo oscuro frente suyo, ningunas “gracias” pudieron salir de sus labios.
Una vez todos estuvieron equipados e iban a dirigirse en busca de la salida, un grupo de soldados acercándose a toda velocidad les detuvo. El elfo oscuro decidió quedarse para retrasarlos, propósito al cual se le sumo el Bárbaro Urza. Drizzt sabía que él era quien conocía el camino de salida, pero también había alguien más. El Elfo oscuro se inclino y dejo en el piso una pequeña figura de ónice con la imagen de una pantera, a la vez que pronunciaba el nombre de “Guenhwyvar”. Un humo negro envolvió a la figura, y de un momento a otro se materializo ante el grupo una pantera negra, una criatura verdaderamente magnifica. Ellesar y Heoden se percataron de inmediato que aquella criatura no pertenecía a este plano. El elfo oscuro le dijo a la pantera que le indicara el camino de salida al grupo, y que el bárbaro y él los alcanzarían apenas pudiesen.
En los pasillos hacia la salida se encontraban más y más soldados, y mientras más se tardaban en derribarlos, más soldados llegaban. Y aunque la pantera les ayudaba en combate, la verdad era que estaban sufriendo mucho daño en aquel lugar, por lo que era necesario salir cuanto antes de ahí.
2 a 3 de Mirtul de 1373 CV
El segundo nivel de las catacumbas fue aun más difícil que el primero. Y aunque Ral realizó un motín para darle tiempo al grupo de salir, aun así varias tropas de capas purpuras les pisaban los talones donde quiera que estos fueran. Drizzt se quedaba siempre en la retaguardia para frenar a estas tropas, y darle tiempo al grupo de que abriesen camino; Tarea que se alivio un poco cuando Urza y Khaled se sumaron nuevamente a la primera línea.
En su camino además de encontrarse con numerosos enemigos, también se encontraban con diversos caminos que llevaban quien sabe donde, y puertas que podrían guardar misteriosos secretos. Dos de estas puertas tentaron al grupo. Por un lado una puerta de hierro firme a la cual no lograron hacerle mayor daño, y por otro lado una puerta abierta que llevo a Ellesar al borde de la muerte cuando se encontró solo ante tres capas purpuras. No lograron descubrir mucho en ninguno de los dos caminos, ya que antes que pudiesen derribar la puerta de hierro Drizzt apareció seguido de varias tropas de capas purpuras.
Apresuraron el paso y lograron salir al aire libre, pero solo para encontrarse con más capas purpuras comandados por un sujeto con poderes divinos, además de un minotauro y una especie de elfo con aspecto demoniaco, los dos sujetos que Heoden vio en la mansión del alcalde, y que al parecer pertenecen a la organización que estableció alianza con los Zhentarim.
En su camino además de encontrarse con numerosos enemigos, también se encontraban con diversos caminos que llevaban quien sabe donde, y puertas que podrían guardar misteriosos secretos. Dos de estas puertas tentaron al grupo. Por un lado una puerta de hierro firme a la cual no lograron hacerle mayor daño, y por otro lado una puerta abierta que llevo a Ellesar al borde de la muerte cuando se encontró solo ante tres capas purpuras. No lograron descubrir mucho en ninguno de los dos caminos, ya que antes que pudiesen derribar la puerta de hierro Drizzt apareció seguido de varias tropas de capas purpuras.
Apresuraron el paso y lograron salir al aire libre, pero solo para encontrarse con más capas purpuras comandados por un sujeto con poderes divinos, además de un minotauro y una especie de elfo con aspecto demoniaco, los dos sujetos que Heoden vio en la mansión del alcalde, y que al parecer pertenecen a la organización que estableció alianza con los Zhentarim.
Cuando parecía que esa batalla les costaría la vida apareció en el campo de batalla Wulfgart junto a Selena, a quienes se les sumo también Drizzt. Eso les dio el tiempo necesario para abrirse camino hacia el norte, en donde los esperaba el Semielfo Guardián de Aguas Fuertes Theremir, quien además estaba acompañado de ocho majestuosas criaturas, ocho dragones de plata jóvenes, quienes yacían parados sobre una pila de cadáveres de soldados de Lorkh. Sin pensarlo dos veces el grupo se subieron a los dragones, a lo que les siguieron Drizzt y los demás, y de inmediato emprendieron su huida de aquel.
El daño que traían sobre ellos no les permitió disfrutar aquel viaje, tan solo se aferraron al cuello de los dragones y dejaron que estos se alejasen el más posible de Lorkh. Los dragones de plata los trasladaron al norte, a los pies de las Montañas de los Picos Grises, un lugar lo suficientemente peligroso para alejar a los más valientes guerreros, pero que en aquellos momento resultaban un verdadero paraíso en comparación con su estadía en Lorkh. Luego que descendieron y al paso de unos minutos los dragones de plata se desvanecieron como por arte de magia; De donde y quien los había convocado era un verdadero misterio.
Una vez el grupo completo estuvo reunido, Drizzt les solicito la información que tuviesen sobre los Zhentarim. A decir verdad, Heoden quien era el que había espiado en la Mansión de Lorkh, pues no recordaba mayores detalles que tan solo que los Zhentarim y esta nueva organización se encontraban tras la búsqueda de unos cristales. A eso Drizzt le agrego que esta nueva organización trabajaba bajo el nombre de La Orden de Baator. Heoden y Ellesar de inmediato se alertaron al escuchar ese nombre... Los nueve infiernos de Baator, el plano de miles y miles de diablos que esta dividido en nueve capas infernales, en cada una de las cuales gobierna un diablo de poderes épicos... No sabían muy bien que podría significar esa conexión con el nombre, pero fuese lo que fuese no debía ser nada agradable.
Antes de irse a descansar Drizzt les comento que era necesario que toda esa información llegase directamente a los oídos de Alustriel, la dama de Argluna. No era una obligación del grupo entregar esa información, pero si es que podían hacerlo de seguro serían recompensados, además de que Theremir podría prestarles su ayuda para llegar ahí. Drizzt, Wulfgart y Selena volverían a Aguas Fuertes ya que las relaciones de esta ciudad con Lorkh se habían tensionado luego de que Selena fuese descubierta infiltrada en la Mansión de Lorkh. Un conflicto armado estaba a la vuelta de la esquina, y Aguas Fuertes debía prepararse para cuando ese momento llegase.
Luego el grupo se dispuso a descansar, en realidad en aquellos momentos no podían pensar con claridad. No sabían muy bien lo que harían, pero de seguro al día siguiente podrían discutirlo tranquilamente entre todos... claro que eso solo si es que las criaturas de lugar se los permitían.
El daño que traían sobre ellos no les permitió disfrutar aquel viaje, tan solo se aferraron al cuello de los dragones y dejaron que estos se alejasen el más posible de Lorkh. Los dragones de plata los trasladaron al norte, a los pies de las Montañas de los Picos Grises, un lugar lo suficientemente peligroso para alejar a los más valientes guerreros, pero que en aquellos momento resultaban un verdadero paraíso en comparación con su estadía en Lorkh. Luego que descendieron y al paso de unos minutos los dragones de plata se desvanecieron como por arte de magia; De donde y quien los había convocado era un verdadero misterio.
Una vez el grupo completo estuvo reunido, Drizzt les solicito la información que tuviesen sobre los Zhentarim. A decir verdad, Heoden quien era el que había espiado en la Mansión de Lorkh, pues no recordaba mayores detalles que tan solo que los Zhentarim y esta nueva organización se encontraban tras la búsqueda de unos cristales. A eso Drizzt le agrego que esta nueva organización trabajaba bajo el nombre de La Orden de Baator. Heoden y Ellesar de inmediato se alertaron al escuchar ese nombre... Los nueve infiernos de Baator, el plano de miles y miles de diablos que esta dividido en nueve capas infernales, en cada una de las cuales gobierna un diablo de poderes épicos... No sabían muy bien que podría significar esa conexión con el nombre, pero fuese lo que fuese no debía ser nada agradable.
Antes de irse a descansar Drizzt les comento que era necesario que toda esa información llegase directamente a los oídos de Alustriel, la dama de Argluna. No era una obligación del grupo entregar esa información, pero si es que podían hacerlo de seguro serían recompensados, además de que Theremir podría prestarles su ayuda para llegar ahí. Drizzt, Wulfgart y Selena volverían a Aguas Fuertes ya que las relaciones de esta ciudad con Lorkh se habían tensionado luego de que Selena fuese descubierta infiltrada en la Mansión de Lorkh. Un conflicto armado estaba a la vuelta de la esquina, y Aguas Fuertes debía prepararse para cuando ese momento llegase.
Luego el grupo se dispuso a descansar, en realidad en aquellos momentos no podían pensar con claridad. No sabían muy bien lo que harían, pero de seguro al día siguiente podrían discutirlo tranquilamente entre todos... claro que eso solo si es que las criaturas de lugar se los permitían.
3 de Mirtul de 1373 CV
SESIÓN SUPERADA
Dias de Juego: 2
Tiempo Aporx: 14 horas.
Dias de Juego: 2
Tiempo Aporx: 14 horas.
Inidice de la Sesión:
-Libro de Magia
-La Arena - Combate 6
-El Elfo Oscuro
-La Fuga
-Wulfgart y Selena
-Ayuda venida de los Cielos
Total Dias de Juego: 16 días.
Total Tiempo Aporximado: 125 horas.
Total Tiempo Aporximado: 125 horas.
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Algunas Fotos de la Sesión - Parte I
Algunas Fotos de la Sesión - Parte II