CINEMATICA
En alguna colina en algún lugar de Faerûn, dos parejas se reúnen cuando la noche se encuentra en completa oscuridad, salvo por algunos lugares en donde los rayos de la luna alcanzan a llegar. Son cuatro figuras que se mezclan con las sombras… Cuatro figuras que ha esas hora de la noche no pueden más que traerse algo entre manos…
Las cuatro parecen estar cubiertas con capas idénticas, capas que tienen como textura la misma apariencia que la sombra. Una sombra que pareciese estar viva con los movimientos que provoca el viento en la vestimenta. Tres de las cuatro figuras tienen las capuchas echadas sobre la cabeza, por lo que difícilmente se les puede ver el rostro. Una de ellas es una figura encorvada afirmada en un bastón, de alrededor de 1,65m de altura. Otra figura es la de una mujer, y esto no se sabe porque deje algo al descubierto, sino por su voluptuoso cuerpo, unos pechos y un trasero firme que se pegan a la capa, su estatura no sobrepasa el metro setenta. La tercera figura que sobrepasa el 1,70m no se sabría muy bien que es. Evidentemente es una figura humanoide, pero todo su cuerpo es de proporciones un poco diferentes a las de un humano… brazos más largos, un cuello más corto… lo único que se logra ver en la oscuridad son sus ojos amarillos.
La única figura que no lleva la capucha echada sobre su cabeza, pues trae puesto un casco de plata con orejeras puntiagudas, y que solo deja ver unos ojos azules y los finos rasgos de un elfo, que también sobrepasa el 1,70 m…
-Según la información entregada por los capas negras este es el pueblo- Dice el elfo, con una voz suave y tranquila, mientras apunta en a los pies de la colina. A unos 100 metros de donde se encuentra el grupo reunido, hay un pequeño pueblo que no supera las 30 casas. Aun tiene antorchas prendidas, y se ve alguna que otra silueta deambulando por las calles.
-No se si realmente podemos confiar en esos magos, la última información que nos han dado solamente nos ha significado perder nuestro tiempo- Responde la mujer, con una voz sensual, pero a la vez fría.
-Por favor, terminemos esto rápido, que tengo mejores cosas que hacer que escuchar a una bruja- Dice el sujeto encorvado, con una voz ronca y arrastrada, como si le costase hablar. De inmediato extiende su bastón hacia los cielos, y comienza a pronunciar palabras en una extraña lengua. Al paso de unos segundos, el cielo comienza a tornarse de tonalidades anaranjadas y rojizas, que se mezclan con los rayos de luna. Muchas esferas de fuego comienzan a surgir sobre el pueblo
-Siempre demostrando tus buenos modales viejo- Responde la mujer con un tono evidente de sarcasmo- Si estas tan apurado entonces déjame echarte una mano- La mujer se inclina al tiempo que apoya una de sus manos en el piso –Vengan a mí mis queridos sirvientes, respondan al llamado de su dueña!!- Al terminar de pronunciar estas palabras, el suelo comenzó a temblar a la vez que decenas y decena de agujeros se abrieron dando lugar a esqueletos y zombis en igual proporción. Criaturas que parecían venir del mismo infierno, y que respondían a aquella sensual voz.
Más de cien criaturas se dirigían a ese pequeño pueblo, a la vez que meteoritos caían de los cielos. Un espectáculo infernal, que era acompañado con los aterradores gritos de mujeres, niños y hombres, que nunca sabrían el motivo de su muerte.
FIN DE LA CINEMATICA