Acto 0.6.1 - Prisioneros de Lorkh

Publicado por Pavelkapaz domingo, 7 de agosto de 2011

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La noche del 28 de Tarsakh de 1373 CV el grupo había sido descubierto y capturado. Fueron trasladados a un subterráneo ubicado debajo de los cuarteles donde fueron encarcelados. Aunque debido a que fueron vendados no lograron memorizar el camino por el que fueron trasladados. La única certeza que tenían era que sus equipos fueron dejados en el primer nivel del subterráneo, mientras ellos se encontraban en el segundo nivel. Aunque por lo que lograron sentir y calcular, aquel subterráneo era un verdadero laberinto, del cual difícilmente podrían escaparse.

Tras la infiltración en la mansión no habían vuelto a ver a Selena; Aunque por un lado eso abría la posibilidad de que ella se encontrara a salvo, pues por otro lado tampoco tendría mucho sentido que a un miembro de la nobleza de Aguas Fuertes la dejasen junto con los demás prisioneras. De seguro si la capturaron estaría recibiendo un trato “especial”.

Un sentimiento de impotencia y rabia se apodero del grupo, aunque aun así todos guardaron la compostura para poder enfrentar la situación en la que se encontraban. Ya cuando llegaron a sus celdas y los guardias se marcharon Heoden les puso al tanto de lo ocurrido en la mansión de Géildar. Para su sorpresa otro prisionero escucho lo que comentaban, aunque no mostró mayor interés en sus asuntos, ya que tan solo les recomendó que en prisión tuviesen cuidado donde conversaban las cosas, ya que cualquiera podría oírlos. El sujeto se presento como Ral, un ladrón que iba de una ciudad a otra, y que hace más de un año había sido capturado y encarcelado en Lorkh.

Ral les comento lo que se vendría y que no tardaría en llegar. Hace unos meses se había terminado de construir una arena de combate en el subterráneo, en donde obligaban a los prisioneros a enfrentarse entre ellos, contra monstruos o algunos gladiadores representante de alguna casa noble de Lorkh, con el fin de brindar un espectáculo a los mismos nobles o generales Zhentarim quienes tenían gustos muy peculiares. Les comento que los prisioneros que más destacaban por lo general terminaban siendo comprados por alguno de los nobles, quienes los entrenaban como gladiadores y los llevaban a competir a otros lugares de Faerûn.

Antes de dormir Heoden intento acudir a sus poderes arcanos, pero aunque lograba sentir la Urdimbre pues no lograba manipularla para generar ninguno de sus conjuros. Su mente se encontraba bloqueada y todo le parecía confuso. Los conjuros que había memorizado estaban ahí, pero algo en el lugar le impedía ingresar a ellos. Ellesar por su lado intento acudir a sus poderes divinos, pero la sensación que este tenía fue muy diferente a la del mago. El Clérigo no logro sentir poder alguno, ni siquiera el vinculo con su deidad. Aquella situación lleno de preocupación a Ellesar, aunque no desistía de sus oraciones para Bahamut.


Esa misma noche y mientras el grupo dormía, una extraña visión se presento a los sueños de Ellesar. Parecía encontrarse en un viaje astral en otro plano, sobre un mar de un azul oscuro y un cielo plateado. En el horizonte se asomaba una pequeña isla, que a medida que se acercaba crecía más y más. En el centro de la isla había un enorme castillo de plata, que paresia haber sido construido para gigantes. La visión ingresa por los pasillos de aquel majestuoso lugar, que por alguna extraña razón estaba inundado a un sentimiento de profundo dolor. Por los pasillos se encontraba con personas llorando y gritando, por un sufrimiento que ningún arma podría provocar en sus cuerpos. Logro comprender el sufrimiento de aquellas personas cuando la visión llego a lo que parecía ser la sala principal. Una sala enorme que iba de matices azulados y blancos, una alfombra de un azul vivo cubría el centro del piso, pilares de plata sostenían el techo, y en el fondo donde por lo general en los reinos humanos hay un trono aquí había un oasis. Una casacaza surgía del techo y caía sobre el lugar del trono, en donde se encontraba la imagen más horrorosa que el clérigo habría viso jamás. Un colosal dragón de plata estaba tendido sobre una rocas de plata, con el abdomen abierto de para en par por lo que de seguro fueron unas garras. Un destelles interrumpe esa imagen, donde la escena se transforma en un infiero y sobre aquel dragón de plata aparece la imagen de un dragón con cinco cabezas, una por cada dragón cromático existente; azul, rojo, verde, blanco y negro. Ellesar despierta agitado tras aquella visión, un dolor se apodera de su cuerpo y su mente. Urza que se encontraba en la misma celda que el corre a ayudarlo, y se percate que esta con una intensa fiebre. Estuvo un buen rato viendo que hacer. Por lo general en aquellas circunstancias acudían a Ellesar, pero ahora era el quien necesitaba ayuda. El bárbaro solo atino a darle unos golpes en el rostro, lo que por suerte hicieron entrar en si al Clérigo, pero no quitaron aquel agudo dolor que lo invadía. Aquella noche al grupo completo le resulto casi imposible dormir. No solo por los gemidos de dolor emitidos por Ellesar, sino por la situación en que se encontraban.

Al día siguiente 29 de Tarsakh, tuvieron que enfrentar su primer combate en la Arena contra un grupo de seis prisioneros. El Clérigo se encontraba afectado por la noche anterior, pero aun así logro pelear. Por otra parte Heoden se sintió obligado a pelear con un equipo al cual no estaba acostumbrado, aunque aun así brindo gran ayuda en el combate. Pudieron salir de su primer enfrentamiento en la Arena sin bajas, aunque el Mago estuvo a un paso de la muerte.

Tras el combate, y cuando todo parecía que no podía empeorar más, el grupo fue llevado a un cuarto apartado de las celdas para ser torturados. Theocam fue quien se vio más lastimado, ya que término con su brazo izquierdo roto, aun así fue quien Menos información dio. En general el grupo confeso que venían de Aguas Fuertes con la intensión de infiltrarse en la mansión de Lorkh, además de que aparecieron algunos nombres que parecieron interesarles a los soldados, como fue el caso del nombre del bárbaro Wulfgart y del semieflo Theremir “Guardián de Aguas Fuertes”.

Luego de todo eso la situación se repetía. Prisión, una desagradable comida, el clérigo que seguía afectado por algo que el grupo desconocía, y que se acrecentaba cuando intentaba algún lazo con los poderes divinos. La única novedad esta vez fue que conocieron a Alim, una guerrera de una de las tribus de bárbaros del Bosque Alto, quien aunque no era muy sociable, pues era evidente que no era una mala persona.

El grupo prefirió dormir e intentar recuperarse del combate del día y de la tortura recibida. Sin embargo fueron despertados a mitad de sus sueños por soldados que los venían a buscar para llevarlos nuevamente a la Arena. Al parecer habían dado un buen espectáculo y más nobles querían verlos en acción. Esta vez el escenario era diferente, cubierto de rocas, y al parecer se encontraban en igualdad numérica con sus enemigos. Aunque dos novedades fueron agregadas a la Arena. Habían trampas en el lugar, que más tarde se enterarían que muchas de las rocas eran rocas flamígeras que se activaban por capricho o cercanía; y además en el centro había una caja enorme que se movía violentamente, como si el mismo infierno intentase salir de ella. Una vez derrotaron a los otros prisioneros, y pensaron todo había terminado, la caja se destrozo. Del interior apareció un Gorgon, criatura con el aspecto de un toro con escamas de plata, ojos rojos y un aliento tóxico de color verde. El combate se desato de inmediato, y aunque la criatura les causaba daños, parecía podrían con ella. Pero repentinamente, sin mayor aviso, el Gorgón desato su arma de aliento que Ellesar y Urza no lograron resistir, y quienes al instante comenzaron a transformarse en piedra. Desesperados Theocam y Heoden recurrieron a todos sus medios para acabar con aquella criatura. El Mago, en un intento desesperado intento acudir a sus poderes arcanos, y para su sorpresa estos estaban activos, y al parecer también lo habían estado en el combate del día anterior. Se maldijo a sí mismo por no haberlo intentado antes, pero ya era tarde para lamentarse y ahora solo había que actuar. Dos bolas de fuego y el daño causado por Theocam pudieron derribar al Gorgón.


Habían superado el segundo combate, pero, ¿Qué pasaría con Urza y Ellesar?

28 - 30 de Tarsakh de 1373 CV

Ellesar y Urza se encontraban petrificados, y cuando Heoden y Theocam pensaban que las cosas no podían ir peor, fueron llevados nuevamente a la tortura. En el lugar conocieron a un enano llamado Khaled, el cual llevaba prisionero en Lorkh poco más de un mes.

Para la suerte del Mago y el Explorador, esta vez la tortura fue mucho más fácil de llevar que la primera vez, y esto se debía a que el grupo ya les había rebelado valiosa información, y ahora solo necesitaban juntar algunas piezas. Aunque al grupo le preocupaba haber rebelado demasiada información, lo cierto era que en las condiciones que se encontraban tenían cosas peores de las que preocuparse.

Fueron regresados a sus celdas, y además Khaled fue trasladado a la celda adyacente a la de Heoden y Theocam, en la cual se encontraba prisionero el pícaro Ral. Pudieron comer y descansar brevemente, ya que al paso de un tiempo fueron llevados nuevamente a la arena; Theocam y Khaled lucharon juntos contra dos gladiadores de las casas nobles, combate que no les presento mayor problema. Heoden por otra parte fue llevado a combatir en un duelo mágico, el primero en el que participaba; y aunque el mago deseaba salir victorioso, no pudo superar al otro mágico que al parecer poseía conocimientos más avanzados del arte.

Mientras tanto en unas cuevas conectadas a las catacumbas de la prisión, un grupo de cuatro capas púrpura trasladaban los cuerpos petrificados de Ellesar y Urza. Y cuando parecía que sus cuerpos de piedra serían arrojados a la basura, Ellesar entro a un transe divino. Torm, la deidad leal, entro en contacto con el clérigo para ayudarle en aquella desesperada situación. Torm estaba al tanto de la caída de Bahamut, y ya que ambos compartían el dominio de la protección, este decidió ayudar a los clérigos del señor del viento del norte. Ellesar acepto a Torm como su nueva deidad tutelar, aunque aquello no significaría que el nombre de Bahamut desapareciera de sus rezos. Y al momento de aceptar a Torm, un campo de energía divina cubrió los cuerpos de Ellesar y Urza y les quito la petrificación. Y aunque se encontraban armados y habían pillado por sorpresa a los cuatro soldados capas púrpuras, decidieron no presentar resistencia.

El grupo completo se reunio una vez más en las celdas, en donde Ellesar y Urza conocieron al enano Khaled. El Enano al llevar un mes en las prisiones de Lorkh deseaba a toda costa escapar lo antes posible de aquel apestoso lugar. Tenía unas cuantas ideas de cómo escapar del lugar, y cuando comenzaba a compartirlas con el resto del grupo, nuevamente fueron llamados a pelear en la Arena. Aquello ya se había vuelto rutina para el Enano, mientras que los demás ya se estaban acostumbrando; Una y otra vez era llevados a combatir en la arena, y mientras más se Lucian en combate, más rápido los llamaban.


Su siguiente oponente era una araña gigante, conocida como Chwidencha; Y aunque era una poderosa criatura, el grupo también tenía lo suyo. Y gracias a que se había sumado un nuevo miembro al equipo pudieron salir de ese enfrentamiento sin mayores problemas. El espectáculo que habían brindado sorprendió a varios de los nobles, quienes posteriormente solicitaron ver a los guerreros que habían derrotado a la araña. Tratados como simples objetos, como comúnmente se tratan a los esclavos o prisioneros, era el trato que presentaban los nobles hacia el grupo. Habían sido llevados a un salón amplio y elegante, en donde eran presentados a las distintas familias nobles; de pronto un sujeto que vestía elegantes prendas se acerco a Heoden; “Esto te lo envía Selena, deben estar preparados para salir de aquí”, susurró el sujeto a la vez que le entregaba en secreto unos rollos de pergamino. El Mago rápidamente ocultó los pergaminos entre sus pocas ropas, mientras que el sujeto se acerco a comer algo y luego se retiro del lugar sin ser visto por los demás nobles. Y cuando parecía que serían regresados a sus celdas, un noble solicito que se cumpliera uno de sus caprichos y hacer que el grupo peleara con un Gigante de Niebla que acababan de capturar. El grupo no le quedo otra más que aceptar la petición.

El combate contra el Gigante de Niebla se desarrolló muy rápido. Y aunque lograron superar el enfrentamiento, lo cierto es que más de uno estuvo al borde de la muerte. Posteriormente fueron llevados de regreso a sus celdas, en donde Heoden de inmediato reviso los pergaminos…

Pergamino:“Los liberaremos pronto. Antes del próximo duelo mágico, que nosotros mismos solicitaremos para que Heoden prepare sus conjuros. Dos de los nuestros se han infiltrado a los cuarteles de los Capas Purpura. Estén preparados. Firma Selena”

30 Tarsakh al 2 de Mirtul de 1373 CV


SESIÓN SUPERADA
Dias de Juego: 2
Tiempo Aporx: 15 horas.

Inidice de la Sesión:

-Las Catacumbas
-En las celdas
-Malos augurios
-La Arena - Combate 1
-La Tortura
-La Arena - Combate 2
-La Tortura
-La Senda del Protector
-La Arena - Combate 3
-La Arena - Duelo Mágico
-La Arena - Combate 4
-Los Nobles
-La Arena - Combate 5


Total Dias de Juego: 14 días.
Total Tiempo Aporximado: 111 horas.
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Khaled - Enano Guerrero
SE AGREGA PERSONAJE AL GRUPO
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