El amanecer del 4 de Mirtul de 1373 CV fue mucho más agradable para el grupo, al fin habían salido de las prisiones de Lorkh. Aunque los sueños de aquella noche evocaban las torturas sufridas en Lorkh, las apestosas prisiones y el difícil combate contra soldados capas púrpuras, en donde el mayor tormento eran los dos miembros de la Orden de Baator y el sujeto que tenía todas las características de ser un clérigo maligno.
Cuando despertaron y se dispusieron a desayunar se encontraron con que Drizzt y Theremir no se encontraban en el lugar, solo para que al paso de un momento aparecieran portando unos objetos que les parecían muy familiares al grupo. Eran algunos de sus objetos mágicos que habían sido recuperados por Krim. Aquello hizo recuperar los ánimos del grupo. el viaje que tenían por delante les iba a tomar un buen tiempo, además de que presentaría muchos peligros. Y no podía ser de otra forma, ya que esta era la Marca Argentea, un lugar comentado y temidos por muchos.
Antes de que el grupo se separara Drizzt les advirtió de los peligros de la zona. Habían rumores de que un Lich, un dragón esqueleto, había sido visto en las montañas de los picos grises. Theremir, quien los acompañaría en su viaje a Argluna, conocía una ruta subterránea para pasar las montañas de los picos grises, sin embargo serían ellos quienes decidirían finalmente qué ruta tomar. Luego de conversarlo un rato decidieron ir por el camino que el semielfo conocía. Se despidieron afectuosamente de Selena, Drizzt y Wulfgart, con promesas de volver a reunirse en la Gema del Norte, y con los mejores deseos de que ambos grupos tuviesen éxito en sus misiones.
El grupo partió de inmediato en busca del camino que conocía Theremir. Pero tan solo bastaron unas cuantas horas de viaje por las montañas para ser descubiertos por dos gigantes de piedra. La pelea se desarrollo tan rápido como llego, y sin mayores dificultados lograron salir sin bajas del combate.
Siguieron su camino por las montañas, hasta que al fin llegaron a la entrada al subterraneo, la que se encontraba cruzando el río Loagrann. Cuando se disponían a cruzar nadando, Heoden les indico que entraran en contactos unos con otros, y evocando los poderes de la urdimbre utilizo un conjuro de Teletransportación para cruzar el río sin mayor demora.
De inmediato se sumergieron en las profundidades de los picos grises. Para atender la oscuridad de las cavernas Theremir llevaba una antorcha y Urza evoco las llamas de su hacha.
Cuando despertaron y se dispusieron a desayunar se encontraron con que Drizzt y Theremir no se encontraban en el lugar, solo para que al paso de un momento aparecieran portando unos objetos que les parecían muy familiares al grupo. Eran algunos de sus objetos mágicos que habían sido recuperados por Krim. Aquello hizo recuperar los ánimos del grupo. el viaje que tenían por delante les iba a tomar un buen tiempo, además de que presentaría muchos peligros. Y no podía ser de otra forma, ya que esta era la Marca Argentea, un lugar comentado y temidos por muchos.
Antes de que el grupo se separara Drizzt les advirtió de los peligros de la zona. Habían rumores de que un Lich, un dragón esqueleto, había sido visto en las montañas de los picos grises. Theremir, quien los acompañaría en su viaje a Argluna, conocía una ruta subterránea para pasar las montañas de los picos grises, sin embargo serían ellos quienes decidirían finalmente qué ruta tomar. Luego de conversarlo un rato decidieron ir por el camino que el semielfo conocía. Se despidieron afectuosamente de Selena, Drizzt y Wulfgart, con promesas de volver a reunirse en la Gema del Norte, y con los mejores deseos de que ambos grupos tuviesen éxito en sus misiones.
El grupo partió de inmediato en busca del camino que conocía Theremir. Pero tan solo bastaron unas cuantas horas de viaje por las montañas para ser descubiertos por dos gigantes de piedra. La pelea se desarrollo tan rápido como llego, y sin mayores dificultados lograron salir sin bajas del combate.
Siguieron su camino por las montañas, hasta que al fin llegaron a la entrada al subterraneo, la que se encontraba cruzando el río Loagrann. Cuando se disponían a cruzar nadando, Heoden les indico que entraran en contactos unos con otros, y evocando los poderes de la urdimbre utilizo un conjuro de Teletransportación para cruzar el río sin mayor demora.
De inmediato se sumergieron en las profundidades de los picos grises. Para atender la oscuridad de las cavernas Theremir llevaba una antorcha y Urza evoco las llamas de su hacha.
Comenzaron a adentrarse en las cavernas, cruzando los diversos caminos por los cuales les guiaba theremir. Al cabo de unas horas se encontraron unos muertos vivientes que no presentaron mayor problema. Ese combate hizo elevar la moral del grupo, hasta el momento los combates eran superados sin dificultades, y cada vez más crecía la confianza en sus poderes. Sin embargo, una vez llegaron a una gran cámara que se extendía a lo largo, en un lago que yacía en la primera sección, se encontraron con una criatura que les haría recordar lo frágiles que seguían siendo. Un joven dragón Negro, acompañado de un grupo de muertos vivientes, les detuvo. En una primera instancia el Dragón no tenía la intención de pelear con el grupo, o al menos eso fue lo que les dijo. Les puso como condición para que les dejara pasar el que le entregaran un objeto mágico que trajeran consigo. Era sabido por todo lo codicioso que son los dragones y su manía de reunir grandes tesoros. Nadie del grupo estuvo dispuesto a entregar alguno de sus objetos, por lo que el combate estallo al instante. El Dragón hizo que la oscuridad se posara sobre el grupo al desatar su arma de aliento. Heoden y Theremir quedaron aterrados ante tal poder de destrucción y sus movimientos eran lentos y torpes. Solo unos cuantos ataques y un segundo plato del arma de aliento de Acido que poseía el Dragón Negro bastaron para dejar al borde de la muerte a Ellesar y Urza. Era una verdadera masacre. El Dragón se percato de su ventaja e hizo una nueva oferta al grupo. Si le entregaban Tres Objetos Mágicos les dejaría pasar. Era una oferta bastante extraña ante la situación, ya que en las condiciones que estaban fácilmente el dragón habría acabado con ellos. El grupo no le dio mayor vuela al asunto y decidieron aceptar la oferta. Con la moral por el suelo el grupo siguió su camino, para ser sorprendidos al ver que otros dos dragones negros observaban el combate de recién. “¿Qué demonios esta pasando aquí?” era la pregunta que rodeaba a todo el grupo, pero no tenían otra opción más que seguir.
Al cabo de un tiempo y cuando sus cuerpos ya se encontraban más que exhaustos, sin saber bien cuanto tiempo había trascurrido tras el combate, el grupo se encontró con unas ruinas Enanas. Tres construcciones para ser exactos. Theremir les señalo que esas ruinas pertenecían al antiguo reino enano de Ammarindar, contemporáneo de Nezheril y Delzun. Si bien Ammarindar no había tenido la influencia de otros reinos Enanos como Delzún, pues eso lo compensaba con sus grandes riquezas. Al examinar las ruinas descubrieron que la de la izquierda era una iglesia, la del centro una especie de mansión y la de la derecha una herrería. Decidieron descansar en la Iglesia, pero solo para que a mitad de sus sueños fueran despertados por una horda de muertos vivientes que les acechaban. Rapidamente emprendieron su huida, para ello Heoden los teletransporto a la herrería, en done Khaled encontro una puerta secreta que abría camino en la dirección que Theremir sabía debían ir. Se encontraron con unos cuantos muertos vivientes que no presentaron mayor problema, siguieron su huida por pasillos cubierto de runas, lo cual les sugirió al grupo que algo debía haber en el lugar, sin embargo la presión que ejercía un ejercito de muertos vivientes a sus talones no les permitió encontrar nada.
Al cabo de un tiempo y cuando sus cuerpos ya se encontraban más que exhaustos, sin saber bien cuanto tiempo había trascurrido tras el combate, el grupo se encontró con unas ruinas Enanas. Tres construcciones para ser exactos. Theremir les señalo que esas ruinas pertenecían al antiguo reino enano de Ammarindar, contemporáneo de Nezheril y Delzun. Si bien Ammarindar no había tenido la influencia de otros reinos Enanos como Delzún, pues eso lo compensaba con sus grandes riquezas. Al examinar las ruinas descubrieron que la de la izquierda era una iglesia, la del centro una especie de mansión y la de la derecha una herrería. Decidieron descansar en la Iglesia, pero solo para que a mitad de sus sueños fueran despertados por una horda de muertos vivientes que les acechaban. Rapidamente emprendieron su huida, para ello Heoden los teletransporto a la herrería, en done Khaled encontro una puerta secreta que abría camino en la dirección que Theremir sabía debían ir. Se encontraron con unos cuantos muertos vivientes que no presentaron mayor problema, siguieron su huida por pasillos cubierto de runas, lo cual les sugirió al grupo que algo debía haber en el lugar, sin embargo la presión que ejercía un ejercito de muertos vivientes a sus talones no les permitió encontrar nada.
El camino terminaba con una puerta que Khaled pudo abrir al poner su mano en el centro de un grabado, y al cruzar el umbral de la puerta esta se cerró a sus espaldas. Una cámara gigantesca se abrió ante ellos, pilares destruidos, telarañas, cadáveres de Enanos, elfos y demonios, y en donde el cadáver de un balrog convertía al lugar en una escena aun más que terrorífica. En aquel lugar se había dado un combate épico. Las historias contaban que Ammarindar había sido destruido por el ataque de Demonios muchos de los cuales provenían del Castillo Puerta del Infierno ubicado en el Bosque Alto. Al escudriñar en el lugar Khales logro encontrar entre los cadáveres una armadura enana hecha de adamantita, mientras que Theremir encontró una Cimitarra de los Bosques. Siguieron su camino, aunque intuían que detrás de ellos habían quedado muchas más cosas interesantes.
Siguieron su camino por las ruinas enanas, pero solo para ser encontrarse ante la terrorífica escena de un Lich de tamaño colosal que pasaba unos cien metros frente a ellos. A los costados lograron divisar gigantes de piedra que se ocultaban de la terrorífica y a la vez majestuosa criatura. El grupo hizo exactamente lo mismo que los gigantes, y una vez que el dragón esqueleto se perdió de la vista siguieron su camino. Al avanzar hasta donde habían visto pasar al Lich se encontraron con que el camino se encontraba rajado por un acantilado que se perdía en una oscura profundidad, mientras que sobre ellos lograban ver las estrellas del cielo. Un puente les permitio cruzar el acantilado… bueno, al menos comenzar a hacerlo, ya que una vez se encontraron en el centro del puente dos gigantes les cerraron camino, uno frente a ellos y otro detrás. El combate se desarrollo rápido y más fácil que la última vez que lucharon con dos de esos gigantes. Los combates al interior de las montañas habían hecho aun más fuerte al grupo. Luego que derrotaron a los dos gigantes se percataron que decenas de gigantes se venían sobre ellos, por lo que comenzaron a huir nuevamente. Cruzaron el puente y luego atravesaron unas cuantas cavernas, hasta que llegaron a unas escaleras las cuales evocaban una luz plateada en el fondo, la luz de la Luna que les indicaba que esa era la salida. Pero los gigantes habían reducido distancia y estaban a punto de alcanzarles, un combate en clara desventaja estaba a unos cuantos metros detrás ellos. Theremir le indico a Urza que destruyera el techo del pasillo para que cerrara camino a los gigantes. De un Salto el bárbaro alcanzo el techo y con un fuerte golpe de su hacha desmorono una gran cantidad de rocas que cerro el camino tras de ellos.
Lo primero que hicieron al salir de las cavernas y encontrarse al aire libre, fue inhalar extendidamente para llenarse los pulmones con aquel refrescante aire. Habían cruzado las montañas de los Picos Grises, y frente a ellos aparecia un mar de bosque… era el sector sur-oriente del Bosque Alto, la sección que se encontraba cruzando el río Delymbair. Aun quedaba arto camino que recorrer, pero ahora debían descanzar.
Siguieron su camino por las ruinas enanas, pero solo para ser encontrarse ante la terrorífica escena de un Lich de tamaño colosal que pasaba unos cien metros frente a ellos. A los costados lograron divisar gigantes de piedra que se ocultaban de la terrorífica y a la vez majestuosa criatura. El grupo hizo exactamente lo mismo que los gigantes, y una vez que el dragón esqueleto se perdió de la vista siguieron su camino. Al avanzar hasta donde habían visto pasar al Lich se encontraron con que el camino se encontraba rajado por un acantilado que se perdía en una oscura profundidad, mientras que sobre ellos lograban ver las estrellas del cielo. Un puente les permitio cruzar el acantilado… bueno, al menos comenzar a hacerlo, ya que una vez se encontraron en el centro del puente dos gigantes les cerraron camino, uno frente a ellos y otro detrás. El combate se desarrollo rápido y más fácil que la última vez que lucharon con dos de esos gigantes. Los combates al interior de las montañas habían hecho aun más fuerte al grupo. Luego que derrotaron a los dos gigantes se percataron que decenas de gigantes se venían sobre ellos, por lo que comenzaron a huir nuevamente. Cruzaron el puente y luego atravesaron unas cuantas cavernas, hasta que llegaron a unas escaleras las cuales evocaban una luz plateada en el fondo, la luz de la Luna que les indicaba que esa era la salida. Pero los gigantes habían reducido distancia y estaban a punto de alcanzarles, un combate en clara desventaja estaba a unos cuantos metros detrás ellos. Theremir le indico a Urza que destruyera el techo del pasillo para que cerrara camino a los gigantes. De un Salto el bárbaro alcanzo el techo y con un fuerte golpe de su hacha desmorono una gran cantidad de rocas que cerro el camino tras de ellos.
Lo primero que hicieron al salir de las cavernas y encontrarse al aire libre, fue inhalar extendidamente para llenarse los pulmones con aquel refrescante aire. Habían cruzado las montañas de los Picos Grises, y frente a ellos aparecia un mar de bosque… era el sector sur-oriente del Bosque Alto, la sección que se encontraba cruzando el río Delymbair. Aun quedaba arto camino que recorrer, pero ahora debían descanzar.
6 de Mirtul de 1373 CV Año de los Dragones Solitarios
SESIÓN SUPERADA
Dias de Juego: 3
Tiempo Aporx: 19 horas.
Inidice de la Sesión:
-¿Por donde ir?
-Los Picos Grises
-Cavernas de los Picos Grises
-Codicia de Dragón
-Ruinas Enanas
-Pasadizos secretos
-Vestigios de combate
-El Puente de los Enanos
-Fin de Acto
Total Dias de Juego: 19 días.
Total Tiempo Aporximado: 144 horas.
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