En la mañana del 7 de Mirtul de 1373 CV el grupo despertaba con más animos ahora que habían superado las montañas de los Picos Grises. Aunque en esta oportunidad se les presentaba el dilema de qué camino escoger. 1) Por un lado podían cruzar el Bosque Alto para continuar su camino por las cercanías del río Delymbair, cuestión que descartaron por los consejos recibidos de parte de Drizzt; 2) por otra parte podían superar el extremo poniente de las Tierras Caídas para cruzar la seguían parte de las Montañas de los Picos Grises; 3) o bien podían adentrarse de lleno en las Tierras Caídas hasta llegar al Bosque Lejano. Y aunque finalmente optaron por la tercera opción, aun así decidieron superar lo que les quedaba de montañas bordando los límites de ésta y el Bosque Alto.
Una vez superaron las montañas y tenían a su lado izquierdo el Bosque Alto y su lado derecho las Tierras Caídas, un suceso se les presento en el camino. Repentinamente desde los árboles aparece un joven elfo bastante herido, traía unas armaduras las cuales resultaban evidentes no eran de su talla, y al parecer huía de algo. Y antes de que el grupo pudiese alcanzarlo para preguntarle qué le sucedía, de la misma zona de árboles aparece una horrenda criatura, un gusano de unos dos metros, seis brazos que salían de alrededor de su cuerpo; era un Fhaerimm, la misma raza que debilito la magia del antiguo reino flotante de Nezheril y que posteriormente influyó en su caída. Sin pensarlo dos veces todo el grupo ataco al gusano, mientras que Ellesar realizaba un conjuro de protección para el joven elfo. Todos los ataques acertaron en la bestia y la destruyeron al instante, consumiendo el cuerpo de esta en las llamas de una bola de fuego realizada por Heoden.
Una vez superaron las montañas y tenían a su lado izquierdo el Bosque Alto y su lado derecho las Tierras Caídas, un suceso se les presento en el camino. Repentinamente desde los árboles aparece un joven elfo bastante herido, traía unas armaduras las cuales resultaban evidentes no eran de su talla, y al parecer huía de algo. Y antes de que el grupo pudiese alcanzarlo para preguntarle qué le sucedía, de la misma zona de árboles aparece una horrenda criatura, un gusano de unos dos metros, seis brazos que salían de alrededor de su cuerpo; era un Fhaerimm, la misma raza que debilito la magia del antiguo reino flotante de Nezheril y que posteriormente influyó en su caída. Sin pensarlo dos veces todo el grupo ataco al gusano, mientras que Ellesar realizaba un conjuro de protección para el joven elfo. Todos los ataques acertaron en la bestia y la destruyeron al instante, consumiendo el cuerpo de esta en las llamas de una bola de fuego realizada por Heoden.
Fhaerimm
Cuando se acercaron para ayudar al joven elfo, otros dos elfos aparecieron de entre los árboles en dirección a ellos. Una elfa llamada Sherim, vestida con buenas armaduras comparadas a las del elfo que le acompañaba, agradeció al grupo por haber salvado a quien era su sobrino. El grupo consulto que era lo que sucedía, ya que a la distancia se escuchaban los sonidos de una batalla, a lo que Sherim les respondió que su comunidad elfa que habitaba esa zona del bosque alto se encontraba en disputa con los Fhaerimm de la zona, quienes habían sido vistos en las cercanías del Bosque Alto.
Sherim ofreció provisiones al grupo en muestra de agradecimiento por haber salvado a su sobrino, a lo que acepto. Se adentraron un par de horas al Bosque Alto hasta que llegaron a un improvisado campamento elfo en donde les dieron provisiones y recargaron sus flechas. El grupo intento conseguir caballos, pero debido a la tensa situación en que se encontraban los elfos no pudieron facilitárselos. Se quedaron ahí una noche, y la mañana siguiente tras discutirlo un poco el grupo decidió continuar su camino, ya que su misión era llegar a Argluna lo antes posible, y no podían quedarse a ayudar a los elfos.
Una vez salieron del Bosque Alto comenzaron de inmediato a adentrarse en las Tierras Caídas, un lugar que perturbaba a Heoden y Ellesar. Ruinas del antiguo reino de Nezheril llenas de musgo, varios montes, árboles esparcidos en el camino, una misteriosa bruma de diversos colores y de vez en cuando bolas de fuego que aparecían flotando en su camino eran lo que caracterizaba al lugar.
En su camino Heoden solicito al grupo que se detubieran un momento, tiempo el cual utilizo el conjuro de detectar magia para posteriormente hacerlo permanente en él. Al instante se dio cuenta que la magia en el lugar estaba inestable.
En la tarde de aquel día y cuando llevaban apenas unas horas en las Tierras Caídas, fueron emboscados por un grupo de tres Fhaerimm, uno de ellos de gran poder. Las criaturas no solo tenían una fuerza abrumadora y atacas salvajes, sino que también poseían poderosa magia que preocupaba a todo el grupo. Y para poner aun peor las cosas Heoden al tener activo el conjuro de detectar magia se percato de que estaban en una zona de magia salvaje. La batalla fue intensa y muy difícil, pero lograron superarla sin bajas.
Luego del combate caminaron unas cuantas horas más hasta que se vino la noche sobre ellos. Decidieron descansar para así poder curar las heridas sufridas contra los fhaerimm. Aquella noche cuando Theremir hacía la guardía repentinamente se vio sorprendido por unas siluetas que se acercaban a ellos. Sin tiempo de despertar a sus compañeros se dispuso a emboscar a quienes los acechaban. Muy tarde se dio cuenta que no eran una amenaza, desenvainando rápidamente su Cimitarra de los Bosques provoco una herida a uno de sus visitantes. Eran tres mercenarios humanos que pasaban por la zona; un Paladín llamado Turk, y dos guerreros, uno llamado Baltrok y el otro Mork. El grupo de mercenarios se encontraba en una misión encargada por la ciudad de Sundabar y que consistía en recuperar un objeto mágico que se encontraba en una lago que estaba un poco más al sur. Conversaron aquella noche y al día siguiente se despidieron deseándose lo mejor en su camino.
Mientras cruzaban las Tierras Caídas Theocam diviso a la distancia unas ruinas que llamaron su atención. Cuando se acercaron se encontraron con un montículo circular de piedras con diversas runas y en el centro una mujer semidesnuda. Sin embargo el grupo prefirió alejarse del lugar, ya que Heoden se percato que las ruinas poseían una magia de activación, mientras que la mujer emitía una magia de la escuela de Ilusión, dos factores que hicieron desconfiar al grupo.
Continuaron su camino por las Tierras Caídas, pero solo unas cuantas horas más hasta que se encontraron con una densa niebla dentro de la cual Theocam logro divisar la silueta de criaturas que se movían al acecho se forma veloz. El grupo decidió rodear la niebla, y poco a poco se desviaron en dirección Oeste. En su camino pasaron la noche y al día siguiente continuaron. Bastaron unas cuantas horas para que en el horizonte se asomara la segunda parte de las montañas de los picos grises, pero otra cosa además de las montañas llamo la atención de varios del grupo. Frente a ellos yacía las entradas de un Dungeons, lo que hizo prender los ánimos de aventuras del grupo. Theocam, Ellesar y Urza decidieron entrar, mientras que Heoden, Theremir y Khaled se quedaron esperándolos en la entrada.
Sherim ofreció provisiones al grupo en muestra de agradecimiento por haber salvado a su sobrino, a lo que acepto. Se adentraron un par de horas al Bosque Alto hasta que llegaron a un improvisado campamento elfo en donde les dieron provisiones y recargaron sus flechas. El grupo intento conseguir caballos, pero debido a la tensa situación en que se encontraban los elfos no pudieron facilitárselos. Se quedaron ahí una noche, y la mañana siguiente tras discutirlo un poco el grupo decidió continuar su camino, ya que su misión era llegar a Argluna lo antes posible, y no podían quedarse a ayudar a los elfos.
Una vez salieron del Bosque Alto comenzaron de inmediato a adentrarse en las Tierras Caídas, un lugar que perturbaba a Heoden y Ellesar. Ruinas del antiguo reino de Nezheril llenas de musgo, varios montes, árboles esparcidos en el camino, una misteriosa bruma de diversos colores y de vez en cuando bolas de fuego que aparecían flotando en su camino eran lo que caracterizaba al lugar.
En su camino Heoden solicito al grupo que se detubieran un momento, tiempo el cual utilizo el conjuro de detectar magia para posteriormente hacerlo permanente en él. Al instante se dio cuenta que la magia en el lugar estaba inestable.
En la tarde de aquel día y cuando llevaban apenas unas horas en las Tierras Caídas, fueron emboscados por un grupo de tres Fhaerimm, uno de ellos de gran poder. Las criaturas no solo tenían una fuerza abrumadora y atacas salvajes, sino que también poseían poderosa magia que preocupaba a todo el grupo. Y para poner aun peor las cosas Heoden al tener activo el conjuro de detectar magia se percato de que estaban en una zona de magia salvaje. La batalla fue intensa y muy difícil, pero lograron superarla sin bajas.
Luego del combate caminaron unas cuantas horas más hasta que se vino la noche sobre ellos. Decidieron descansar para así poder curar las heridas sufridas contra los fhaerimm. Aquella noche cuando Theremir hacía la guardía repentinamente se vio sorprendido por unas siluetas que se acercaban a ellos. Sin tiempo de despertar a sus compañeros se dispuso a emboscar a quienes los acechaban. Muy tarde se dio cuenta que no eran una amenaza, desenvainando rápidamente su Cimitarra de los Bosques provoco una herida a uno de sus visitantes. Eran tres mercenarios humanos que pasaban por la zona; un Paladín llamado Turk, y dos guerreros, uno llamado Baltrok y el otro Mork. El grupo de mercenarios se encontraba en una misión encargada por la ciudad de Sundabar y que consistía en recuperar un objeto mágico que se encontraba en una lago que estaba un poco más al sur. Conversaron aquella noche y al día siguiente se despidieron deseándose lo mejor en su camino.
Mientras cruzaban las Tierras Caídas Theocam diviso a la distancia unas ruinas que llamaron su atención. Cuando se acercaron se encontraron con un montículo circular de piedras con diversas runas y en el centro una mujer semidesnuda. Sin embargo el grupo prefirió alejarse del lugar, ya que Heoden se percato que las ruinas poseían una magia de activación, mientras que la mujer emitía una magia de la escuela de Ilusión, dos factores que hicieron desconfiar al grupo.
Continuaron su camino por las Tierras Caídas, pero solo unas cuantas horas más hasta que se encontraron con una densa niebla dentro de la cual Theocam logro divisar la silueta de criaturas que se movían al acecho se forma veloz. El grupo decidió rodear la niebla, y poco a poco se desviaron en dirección Oeste. En su camino pasaron la noche y al día siguiente continuaron. Bastaron unas cuantas horas para que en el horizonte se asomara la segunda parte de las montañas de los picos grises, pero otra cosa además de las montañas llamo la atención de varios del grupo. Frente a ellos yacía las entradas de un Dungeons, lo que hizo prender los ánimos de aventuras del grupo. Theocam, Ellesar y Urza decidieron entrar, mientras que Heoden, Theremir y Khaled se quedaron esperándolos en la entrada.
Desgarradores Gríses
Poco lograron descubrir de aquel tenebroso Dungeons. Sombras, telarañas y gruñidos tenían con los pelos de punta a los tres que habían entrado, pero no fueron suficientes para hacerlos devolverse. Decisión que lamentarían no haber hecho cuando cayeron en una trampa. El piso de uno de los pasillos de derrumbo cayendo en una cámara subterránea donde los esperaban tres enemigos: dos Desgarradores Grises y un Contemplador. Bastaron tres rayos petrificantes de parte del contemplador para dejar al grupo fuera de combate.
Contemplador
Fuera del dungeons Heoden, Khaled y Theremir vieron como a unos metros de ellos se abría una trampilla en el piso de la cual emergieron siete criaturas. Seis desgarradores grises, tres de los cuales traían los cuerpos inconscientes de sus amigos, y para terminar la fila un contemplador… Heoden, Khaled y Theremir se miraron y al instante comenzaron a seguir a las criaturas… debían salvar a sus amigos.
10 de Mirtul de 1373 CV Año de los Dragones Solitarios
SESIÓN SUPERADA
Dias de Juego: 1
Tiempo Aporx: 7 horas.
Tiempo Aporx: 7 horas.
Inidice de la Sesión:
-¿Por donde ir?
-Los Elfos del Bosque Alto (Modulo Eludido)
-Las Tierras Caídas
-Emboscada Fhaerimm
-Los Mercenarios
-Las Ruinas y la chica (Modulo Eludido)
-Las Neblina
-El Dungeons del Contemplador
-¿Por donde ir?
-Los Elfos del Bosque Alto (Modulo Eludido)
-Las Tierras Caídas
-Emboscada Fhaerimm
-Los Mercenarios
-Las Ruinas y la chica (Modulo Eludido)
-Las Neblina
-El Dungeons del Contemplador
Total Dias de Juego: 20 días.
Total Tiempo Aporximado: 151 horas.
Total Tiempo Aporximado: 151 horas.
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Algunas Fotos de la Sesión
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