El día 10 de Mirtul de 1373 fue un mal día para el grupo. En un Dungeons ubicado en la zona noroeste de las Tierras Caídas Theocam, Ellesar y Urza habían sido capturados por un contemplador y un grupo de desgarradores grises. Heoden, Khaled y Theremir se dispusieron a perseguir al grupo para rescatarlos.
El Mago de inmediato pensó en una estrategia, las cual como era de esperarse contemplaba sus poderes arcanos, así que para contrarrestar la magia salvaje del lugar lo primero que hizo fue realizar un conjuro de Disipar Magia en área para posteriormente realizar un conjuro de cambiar el propio aspecto y así adoptar la forma de un desgarrador gris. Una vez adopto la forma de esas criaturas se acerco poco a poco sin importar si lo viesen o no. Khaled y Theremir por su lado seguían al mago unos metros más atrás, procurando siempre que ni el contemplador ni los desgarradores grises les vieran.
En un principio el plan marchaba bien, el mago se pudo acercar a los desgarradores grises sin que estos sospecharan de él. Heoden tenía planeado volver a su forma humana para posteriormente agarrar los cuerpos de sus amigos y utilizar el conjuro de teletransportación. Sin embargo los Desgarradores que traían a sus amigos estaban demasiado separados e intentar arrebatárselos por la fuerza no era algo que atrajera al mago. Khaled le pidió a Theremir que disparara flechas al contemplador, para así distraer a las criaturas y darle una chance al mago. El semielfo acepto sin protestar y disparo flecha a la criatura. Fueron suficiente para llamar la atención de las bestias, y darle una posibilidad al mago de acercarse más. Sin embargo Hedon solo alcanzo a tomar a Theocam y Urza, ya que Ellesar se encontraba demasiado lejos. Sin pensarlo dos veces el mago utilizó el conjuro de teletransportar para volver al campamento elfo en la zona sureste del Bosque Alto. Sin embargo al mismo tiempo que el mago realizaba el conjuro veía como ante él el enano era transformado en piedra, y Theremir en un intento desesperado trataba de cargar a su compañero petrificado mientras todos los desgarradores grises se les venían encima.
Heoden, Theocam y Urza aparecieron en el campamento de los elfos, donde Sherim y un grupo de elfos les presto ayuda. El intento de salvar a sus amigos había fracasado, había comenzado tres el rescate y seguían siendo tres luego de este. Al día siguiente, el 11 de Mirtul de 1373 CV, luego de haber recuperado las energías y los conjuros, el grupo volvió con el conjuro de teletransportar al lugar para así rescatar a sus compañeros.
En el lugar Theocam encontró huellas de Desgarradores, las cuales siguieron al instante. Las huellas los llevaron al interior de la niebla que dos días antes habían preferido evitar. Dentro de la niebla el explorador volvió a sentir la presencia de criaturas al acecho, las cuales sin embargo no les atacaron. Luego de unas horas adentandose en la niebla lograron llegar a una torra negra, alrededor de la cual no había niebla ni bruma, estaba más bien despejado, tal cual el centro de una tormenta. La torre era inmensa, más de cincuenta metros de alto, con la peculiaridad que no tenia una puerta de entrada. El grupo inspecciono el lugar, a lo que Hedon logro dar con unas ruinas en donde una roca con una runa los teletransportaba al interior.
El Mago de inmediato pensó en una estrategia, las cual como era de esperarse contemplaba sus poderes arcanos, así que para contrarrestar la magia salvaje del lugar lo primero que hizo fue realizar un conjuro de Disipar Magia en área para posteriormente realizar un conjuro de cambiar el propio aspecto y así adoptar la forma de un desgarrador gris. Una vez adopto la forma de esas criaturas se acerco poco a poco sin importar si lo viesen o no. Khaled y Theremir por su lado seguían al mago unos metros más atrás, procurando siempre que ni el contemplador ni los desgarradores grises les vieran.
En un principio el plan marchaba bien, el mago se pudo acercar a los desgarradores grises sin que estos sospecharan de él. Heoden tenía planeado volver a su forma humana para posteriormente agarrar los cuerpos de sus amigos y utilizar el conjuro de teletransportación. Sin embargo los Desgarradores que traían a sus amigos estaban demasiado separados e intentar arrebatárselos por la fuerza no era algo que atrajera al mago. Khaled le pidió a Theremir que disparara flechas al contemplador, para así distraer a las criaturas y darle una chance al mago. El semielfo acepto sin protestar y disparo flecha a la criatura. Fueron suficiente para llamar la atención de las bestias, y darle una posibilidad al mago de acercarse más. Sin embargo Hedon solo alcanzo a tomar a Theocam y Urza, ya que Ellesar se encontraba demasiado lejos. Sin pensarlo dos veces el mago utilizó el conjuro de teletransportar para volver al campamento elfo en la zona sureste del Bosque Alto. Sin embargo al mismo tiempo que el mago realizaba el conjuro veía como ante él el enano era transformado en piedra, y Theremir en un intento desesperado trataba de cargar a su compañero petrificado mientras todos los desgarradores grises se les venían encima.
Heoden, Theocam y Urza aparecieron en el campamento de los elfos, donde Sherim y un grupo de elfos les presto ayuda. El intento de salvar a sus amigos había fracasado, había comenzado tres el rescate y seguían siendo tres luego de este. Al día siguiente, el 11 de Mirtul de 1373 CV, luego de haber recuperado las energías y los conjuros, el grupo volvió con el conjuro de teletransportar al lugar para así rescatar a sus compañeros.
En el lugar Theocam encontró huellas de Desgarradores, las cuales siguieron al instante. Las huellas los llevaron al interior de la niebla que dos días antes habían preferido evitar. Dentro de la niebla el explorador volvió a sentir la presencia de criaturas al acecho, las cuales sin embargo no les atacaron. Luego de unas horas adentandose en la niebla lograron llegar a una torra negra, alrededor de la cual no había niebla ni bruma, estaba más bien despejado, tal cual el centro de una tormenta. La torre era inmensa, más de cincuenta metros de alto, con la peculiaridad que no tenia una puerta de entrada. El grupo inspecciono el lugar, a lo que Hedon logro dar con unas ruinas en donde una roca con una runa los teletransportaba al interior.
Orcos
Aparecieron en una estancia oscura, lograban ver cadáveres en el piso, una fuente en el centro con un líquido de color espeso. Prefirieron no encender luces para no llamar la atención. Encontraron unas escaleras las cuales comenzaron a subir. Al llegar al segundo piso nuevamente una estancia oscura, mucho más pequeña, pero esta vez acompañada de criaturas al acecho, que esta vez si atacarían. Urza al llamar las llamas de hacha revelo de qué criaturas se trataban. Eran dos desgarradores grises y un orco, pero este último tenía la particularidad que poseía una antena de contemplador en su cabeza. Y además la luz de las llamas revelaron que en el piso se encontraba dibujado un circulo mágico con una runa en el centro. El combate se desarrollo rápido, y el hecho de que el orco poseyera poderes de contemplador complico un poco las cosas. Aunque lo que fue más terrible para el grupo, y en especial para el mago, fue que este se dio cuenta que la Urdimbre que utilizaba para evocar sus conjuros no era la Urdimbre de siempre, sino que más bien se trataba de la Urdimbre sombría. Para empeorar las cosas para el mago, este tenía activo el conjuro de detectar magia; Al haberlo hecho permanente en todo momento estaba en conexión con la Urdimbre Sombría y aquello comenzó a corromper en el mago poco a poco, haciendo que sus conjuros fueran más potentes, al mismo tiempo que la oscuridad se crecía en su corazón. Heoden quedo desconcertado ante este suceso, sabía que para utilizar la Urdimbre sombría se necesitaba tiempo en aprender a utilizarla, pero por algún motivo el la estaba utilizando involuntariamente. El Mago quería salir de ese lugar, sin embargo debían salvar a sus amigos, y su ayuda era transversal para el grupo. No quedaba otra que continuar, asumiendo los riesgos que ello tenía.
El grupo continúo su camino. Subieron las escaleras al tercer piso, las cuales les condujeron a una puerta tras la cual se escuchaba el ruido de festejos, que al parecer estaban efectuando diversas bestias. Sin embargo justo antes de que abrieran la puerta una voz hablo en el subconsciente de Theocam. Una voz femenina, que aun si bien nunca antes la había escuchado, pues aun así le parecía demasiado familiar. La voz le dijo al explorador que subir la torre solo implicaría sus muertes, y que si lo que querían era rescatar a sus amigos debían dirigirse al subterráneo. Al despedirse la voz le deseo suerte en su camino y deseos de encontrarse alguna vez con él, y además hizo énfasis en que cuidara la Cimitarra del bosque que traía consigo, ya que gracias a ella pudo contactar con él esta vez. Theocam les comento a Heoden y Urza lo que acababa de sucederle, y el grupo prefirió confiar en las palabras de aquella voz. Rápidamente volvieron tras sus pasos.
Una vez llegaron a la primera instancia pudieron examinarla más detenidamente. Además de los cuerpos y de la fuente, lograron ver en el piso el mismo círculo mágico que había en el segundo piso, y descubrieron que el líquido que había en la fuente era sangre. Y por último Heoden logro dar con una trampilla que llevaba a los subterráneos, pero al abrirla las flechas de una trampa le inflingieron una buena cantidad de daño.
El grupo avanzo rápidamente por las escaleras. En el primer nivel del subterráneo encontraron a dos Kobols y un orco que cuidaban cuatro prisiones en un pasillo. En las celdas había humanos. Heoden logro escuchar a media la conversación de los Kobols y por lo que dijeron supuso que uno de ellos sabía donde estaban sus amigos, así que el grupo decidió seguirle.
El grupo continúo su camino. Subieron las escaleras al tercer piso, las cuales les condujeron a una puerta tras la cual se escuchaba el ruido de festejos, que al parecer estaban efectuando diversas bestias. Sin embargo justo antes de que abrieran la puerta una voz hablo en el subconsciente de Theocam. Una voz femenina, que aun si bien nunca antes la había escuchado, pues aun así le parecía demasiado familiar. La voz le dijo al explorador que subir la torre solo implicaría sus muertes, y que si lo que querían era rescatar a sus amigos debían dirigirse al subterráneo. Al despedirse la voz le deseo suerte en su camino y deseos de encontrarse alguna vez con él, y además hizo énfasis en que cuidara la Cimitarra del bosque que traía consigo, ya que gracias a ella pudo contactar con él esta vez. Theocam les comento a Heoden y Urza lo que acababa de sucederle, y el grupo prefirió confiar en las palabras de aquella voz. Rápidamente volvieron tras sus pasos.
Una vez llegaron a la primera instancia pudieron examinarla más detenidamente. Además de los cuerpos y de la fuente, lograron ver en el piso el mismo círculo mágico que había en el segundo piso, y descubrieron que el líquido que había en la fuente era sangre. Y por último Heoden logro dar con una trampilla que llevaba a los subterráneos, pero al abrirla las flechas de una trampa le inflingieron una buena cantidad de daño.
El grupo avanzo rápidamente por las escaleras. En el primer nivel del subterráneo encontraron a dos Kobols y un orco que cuidaban cuatro prisiones en un pasillo. En las celdas había humanos. Heoden logro escuchar a media la conversación de los Kobols y por lo que dijeron supuso que uno de ellos sabía donde estaban sus amigos, así que el grupo decidió seguirle.
Kobols
Lograron seguir los pasos de la criatura hasta el segundo nivel del Subterráneo, y fue donde encontraron a Elles y luego a Khaled encarcelados en celdas diferentes y distantes. Primero pensaron sacarlos de ahí sin pelear, pero rápidamente se dieron cuenta que sería casi imposible considerando que habían tres Kobols, dos orcos y un Goblin, cada uno de los cuales además de poseer los poderes de sus razas, tenían mutaciones en el cuerpo, así como halas de murciélago, aliento de dragón, sangre bárbara entre otras cosas más extrañas.
El combate fue demasiado intenso y estuvieron al borde de la muerte. Pero gracias a la resistencia del Barbaro, los ataques a distancia del Explorador y las magias potenciadas por la Urdimbre sombría del Mago lograron derrotar a todos los enemigos y así liberar a sus compañeros y a tras de los otros prisioneros; una elfa, un elfo y un humano. Solo faltaba Theremir, que al avanzar unos cuantos metros se lo encontraron intentando caminar sigilosamente mientras potaba sobre él los objetos de Khaled y Ellesar.
Una vez estuvieron reunidos Theremir les comento lo que había sucedido cuando Khaled fue petrificado. En un intento inútil había intentado cargar el cuerpo petrificado del enano, pero se dio cuenta de que servía más vivo que desgarrado por las bestias que se le venían encima, así que huyo de las bestias y luego les siguió para rescatar al clérigo y al enano. Una vez los encontró prefirió buscar los objetos de ambos para que así le ayudaran en el combate que se desatara al escapar. En la torre descubrió que los líderes del lugar eran un contemplador y un Mago que se encontraban capturando diversas criaturas en la zona para así poder experimentar con sus cuerpos. El grupo ya había tenido la experiencia de luchar con esos “Experimentos” y sabían muy bien que eran criaturas demasiado peligrosas para tomar a la ligera.
Aunque a todos les habría gustado acabar con la maldad de ese lugar, lo cierto era que estaban en un estado crítico, y el mago estaba al borde de sucumbir a la Urdimbre Sombría que lo atormentaba constantemente y ponía a prueba su voluntad. Todo el grupo, inclusive los prisioneros recién liberados, se dispusieron a escapar. Hedoen sugirió que él los transpiraría al campamento elfo en el Bosque Alto. O al menos eso pretendía él. Al evocar los poderes de la Urdimbre Sombría una vez más e intentar sacar a todos de la torre con un conjuro de teletransportar la voluntad de Heoden se quebró completamente y aunque bien el conjuro fue realizado, este no se desarrollo como el Mago pretendía. Heoden había llegado al límite y su conjuro fue completamente consumido por la oscuridad de la Urdimbre Sombría… Todos habían sido teletransportados, pero no al lugar que ellos esperaban.
El combate fue demasiado intenso y estuvieron al borde de la muerte. Pero gracias a la resistencia del Barbaro, los ataques a distancia del Explorador y las magias potenciadas por la Urdimbre sombría del Mago lograron derrotar a todos los enemigos y así liberar a sus compañeros y a tras de los otros prisioneros; una elfa, un elfo y un humano. Solo faltaba Theremir, que al avanzar unos cuantos metros se lo encontraron intentando caminar sigilosamente mientras potaba sobre él los objetos de Khaled y Ellesar.
Una vez estuvieron reunidos Theremir les comento lo que había sucedido cuando Khaled fue petrificado. En un intento inútil había intentado cargar el cuerpo petrificado del enano, pero se dio cuenta de que servía más vivo que desgarrado por las bestias que se le venían encima, así que huyo de las bestias y luego les siguió para rescatar al clérigo y al enano. Una vez los encontró prefirió buscar los objetos de ambos para que así le ayudaran en el combate que se desatara al escapar. En la torre descubrió que los líderes del lugar eran un contemplador y un Mago que se encontraban capturando diversas criaturas en la zona para así poder experimentar con sus cuerpos. El grupo ya había tenido la experiencia de luchar con esos “Experimentos” y sabían muy bien que eran criaturas demasiado peligrosas para tomar a la ligera.
Aunque a todos les habría gustado acabar con la maldad de ese lugar, lo cierto era que estaban en un estado crítico, y el mago estaba al borde de sucumbir a la Urdimbre Sombría que lo atormentaba constantemente y ponía a prueba su voluntad. Todo el grupo, inclusive los prisioneros recién liberados, se dispusieron a escapar. Hedoen sugirió que él los transpiraría al campamento elfo en el Bosque Alto. O al menos eso pretendía él. Al evocar los poderes de la Urdimbre Sombría una vez más e intentar sacar a todos de la torre con un conjuro de teletransportar la voluntad de Heoden se quebró completamente y aunque bien el conjuro fue realizado, este no se desarrollo como el Mago pretendía. Heoden había llegado al límite y su conjuro fue completamente consumido por la oscuridad de la Urdimbre Sombría… Todos habían sido teletransportados, pero no al lugar que ellos esperaban.
Noche del 11 de Mirtul de 1373 CV Año de los Dragones Solitarios
SESIÓN SUPERADA
Dias de Juego: 2
Tiempo Aporx: 9 horas.
Tiempo Aporx: 9 horas.
Inidice de la Sesión:
-Persecución
-La Torre del Contemplador
-El Subterraneo
-Prisioneros
-Fin de Acto (Percance)
-Persecución
-La Torre del Contemplador
-El Subterraneo
-Prisioneros
-Fin de Acto (Percance)
Total Dias de Juego: 22 días.
Total Tiempo Aporximado: 160 horas.
Total Tiempo Aporximado: 160 horas.
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